Crónica - Lee Ranaldo en el Teatro Lara

Lugar: Teatro Lara (Madrid)
Promotor: SON EG / +galicia
Público: Lleno
Puntuación: * * * *
Fotografía: Feiticeira

Ya pasan dos años desde el triste anuncio de la separación de Sonic Youth. Esto no les impide estar de actualidad, ya sea por el culebrón Gordon-Moore y los más recientes entresijos de su separación matrimonial o por las carreras en solitario de sus miembros fundadores, como es el caso de Lee Ranaldo.

En el escenario del Lara y junto a Ranaldo se juntaban Steve Shelley (batería de los propios Sonic Youth), Alan Litch (guitarrista noiser de los 90, nacido en New Jersey y con carrera entre las vanguardias neoyorkinas) y Tim Lutzel (al bajo, todo sea dicho, no lo tengo controlado, me han dicho que colaboró con el brasileño Joao Erbetta además de tocar con gente como Kris Kristofferson). La carrera en solitario de Lee Ranaldo se marca sin duda por una faceta experimental que la pasada noche del martes no exploró demasiado, por no decir nada. Lo que sí no faltaron fueron canciones de su último trabajo "Between The Times & The Tides" (2012, Matador) y alguna que otra sorpresa.

Cercano al público, Ranaldo empezó la noche con Tomorrow Never Comes, última de las canciones del álbum que presentaba en el teatro madrileño y que trajo de la mano una de las muchas descargas eléctricas que fueron, sin lugar a dudas lo mejor de toda la actuación. Después de la directa Angles o la más pausada Shouts, llegaba el turno para el single del disco Off the Wall, donde Ranaldo no tuvo miedo en demostrar su lado más pop y rock de corte más clásico.
Entre canción y canción no faltaban historias: reivindicativas, como la de sus paseos entre la gente de Ocupy Wall Street; morriña teen, acordandose de sus amigos, en especial Christine, introducción para Xtina As I Knew Her; familiares, como la de sus visitas a la abarrotada playa de NY con sus hijos, Fire Island... También nos contó que estaban preparando otro álbum del que nos dejó escuchar dos o tres canciones como las llamadas Homechords o Last Night On Earth. Otras que no faltaron en el setlist fueron Lost o Stranded. Perfecta sorpresa final nos tenía preparada, Revolution Blues, un cover apabullante del clásico de Neil Young.

A pesar de apostar por unas estructuras más clásicas, Ranaldo demuestra que los años no pueden con el espíritu que le movía en Sonic Youth, lo hace mientras se lo monta con su guitarra (guitarras, perdon), juguetitos incluidos, su ristra de distorsiones, sus chorus, sus... Y no nos olvidemos de la certera batería de Shelley, que enreda en su set como quien toca la pandereta y sí, suena a Sonic Youth. Después de un show de aproximadamente hora y media, que ya sobrepasaba las doce de la noche, Ranaldo no tuvo problema en acercarse a vender él mismo el merchandise y charlar con el público, cual chaval que tira del DIY.

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