Crónica: Dcode 2012 - Viernes

Lugar: Campus Complutense (Madrid)
Promotor: Live Nation
Ciclo: Dcode Fest
Fotografía: Web Dcode Fest

Segunda edición para el festival madrileño con cambio de fechas. Si bien es cierto que me resultó imposible asistir al nacimiento del festival, el primer contacto con este no resultó del todo gratificante: ¡Qué raro! ¡Espera para la pulserita! ¿Y después? El acceso de prensa perfectamente situado, pero los de abono y en mi caso por no dejar tirado a un colega, hasta la entrada general al otro lado de la facultad de CC. de la información, no es mucho pero es algo molesto a lo que seguro la organización tiene una explicación. Sea lo que sea, molesto. Ya dentro del recinto, mis temores de si podía haber polvo se disiparon cuando me encontré un cesped bastante decente y una separación de los escenarios más que correcta teniendo en cuenta el espacio del que contaban.

Napoleón Solo *** 1/2
Los de Granada, luchando contra el demonio de la temprana hora festivalera a la que les tocó actuar, se presentaban delante de una audiencia bastante abundante para las seis de la tarde (y para tener a Niños Mutantes en el escenario contiguo) pero escasa para una banda con dos discos tan interesantes como los suyos. Presentando "Chica Disco" con mucho humor y efectividad demostraron la razón de que se hayan colado en las primeras filas del pop nacional. Como era de imaginar, los dos trallazos de su directo fueron los dos singles Lolaila Carmona de su primer álbum y Antes de que Ocurriera de su último trabajo. Con perdon de Le Traste, el perfecto comienzo para la jornada festivalera.


Dorian *** 
No le voy a reprochar a los Dorian una mala actuación pero desde el primer momento algo no funcionaba, ese algo era Marc o más concretamente su apagada voz. ¿Por qué se salvan entonces? Pues porque estos tíos dan más bolos que las orquestras en verano y en algo se les tenía que notar. Ellos mismos decían que esa no era su hora y razón no les falta, toda la solana dandoles de pleno era algo muy raro de ver pero salvaron el tipo con sus temas siempre tan efectivos como La mañana herida de su último largo, tema que salió rápidamente a levantar a la masa cada vez más grande que se iba desperezando. A la media hora de concierto decidimos darle una oportunidad a Dinero.



Dinero ** 1/2
Siento mucho decir que la propuesta de Dinero en estudio nunca me ganó, pero parecía que en directo no se desenvolvían mal. El problema es que pasados los 10 minutos de actuación el fantasma de la repetición empieza a rondar por el escenario y las guitarras, principales responsables de su sencillo pop-rock empiezan a sonar iguales. No se confundan, les habla alguien que no disfruta con la música del conjunto madrileño, nada fan de ese rock light con lejanos dejes del emo-pop de finales de los 90 que profesan, pero que quede claro que, dentro de lo que les concierne, los Dinero se desenvuelven perfectamente.

Kings of Convenience ****
Para cuando quisimos darnos cuenta ya llegaba uno de los platos fuertes del festival, los noruegos Kings of Convenience. Es impresionante ver la fuerza que estos dos individuos cogen sobre el escenario cuando se encuentran solos. Mi experiencia previa con el grupo fue más que satisfactoria cuando en el Paredes de Coura 2011 a pesar de un horario nocturno un poco extraño para su propuesta triunfaron por todo lo alto metiendose a todos en el bolsillo. Algo parecido ocurrió la noche del viernes: con los asistentes acercandose a cuentagotas hasta el escenario principal la extraña pareja empezaron a desgranar esa maravilla que es "Declaration of Independance" dejando sitio por supuesto para temas de otra de sus joyas discográficas "Riot in an Empty Street". Al principio el público reacio y sorpendentemente escaso se sorprendían de la estética de Erlend, a las pocas canciones estaban hipnotizados por las guitarras de los de Bergen que poco tardaron en llamar a sus acompañantes donde llega lo único reprochable con respecto a la última vez que tuve oportunidad de verles: guitarra eléctrica, bajo y batería no resultaron tan especiales y resultones como el violín, la percusión y el bajo que les acompañaron en Portugal, pero aún con esas, ellos enormes, consiguieron que el público se rindiese a sus pies a medida que el sol caía en el recinto.


The Shoes ** 1/2
Tenía curiosidad y eran bastantes las ganas que tenía de ver a los franceses The Shoes, esos mismos que se habían cascado semejante tema "bailongo" como es Time to Dance pero como bien adelantaba en Twitter, estos muchachos si se salen de su single rompepistas se pierden en una marea de electro-plagios y una terrible mamarrachería. No les quito merito a la hora de efectuar su propuesta de indie-dance, sonaron decentemente y al fin y al cabo conectaron con buena parte de los presentes, pero el problema es que esa propuesta no es una buena línea a seguir. Que gran decepción.


dEUS *** 1/2
Poco antes de que terminasen The Shoes y ya desencantados con la pose que se traían nos desplazamos al escenario principal donde sabíamos que nos encontraríamos con buen rock de mano de los belgas dEUS. De nuevo otros que repiten buenas vibraciones sobre el escenario. En esta segunda ocasión pude comprobar que no les importó perder un cartucho y lanzar un pepinazo como The Architect ya de primeras. Eso al principio, para cuando nosotros llegamos los asistentes estaban rendidos ante Tom Barman y los suyos. Presentando su nuevo "Following Sea" demostraron que no solo están en buena forma sobre el escenario sino que su mollera sigue al 100% para ofrecernos buenas piedras rockeras.

Sigur Rós **** 1/2
El concierto de Sigur Rós no dejó a ninguno de los "dcoders" indiferente. Todo el mundo intercambiaba opiniones, que si se dormían, que si era precioso ¿mi caso? La primera hora se me pasó volando, maravillado o más bien atontado ante la mezcla de oscuridad y luz que traían sus temas y sus impresionantes proyecciones. Felicidad y tristeza que Jonsi y su banda cambiaban a placer en cosa de segundos. Pena que no pueda decir lo mismo de los siguientes 15 minutos: ahí el directo sí que se me hizo un poco cuesta arriba, los Sigur Rós más densos estaban presentes y era algo que (con el plus del adormilamiento que la medicación que debía tomar me proporcionaba) no era fácil de aguantar. Aún así pronto pasó la calma y al igual que la primera recta del concierto tuvieron un cierre íncreible. Y claro que sí, el momento a pesar de ese gran cierre no pudo ser otro que Hoppípolla. Los pelos de punta y un montón de chicas-mujeres detrás de mí llorando desconsoladamente. Asombroso.


Triángulo de Amor Bizarro *** 1/2
Tocaba despertar del letargo de Sigur Rós y tocaba hacerlo con la ostia sonora (con perdón) de los gallegos de Triángulo de Amor Bizarro. Y otra vez me ganan los de Boiro (y en mi caso van muchas, que no demasiadas). Sonaron temas nuevos, la gente dejandose la voz y los pies, descarga de distorsiones... ¿qué os voy a decir? ¿Todavía no los habeis visto? ¿En serio? Pues sí que estais tardando...


Justice *** 1/2 
Quitando el pequeño fallo de sonido del principio Justice fueron lo que puedes esperar y lo que siempre es Justice: fiesta, despiporre, ese super mashup que hacen con sus temas en el que no le importa mezclar Civilization con DANCE o su Canon con Phantom, lo que sea. El show del muro de amplis, la cruz luminosa, el pianito... ¡Y lo que nos gusta! Ahora ya, como recomendación personal, una vez los hayais visto, no repitais, al menos no en un año o dos. Descarado lo bien que le dan al Play...

Con esta estampa dejabamos el recinto, pasada la mitad del show de Justice con lo que quedaba de las 15.000 personas (según organización), que no era poco, bailando a los ritmos de los franceses.

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