Crónica: Arctic Monkeys, madurez rocker


Lugar: Palacio de los Deportes (Madrid)
Promotor: Miles Away
Nota: * * * 1/2
Fotografía: Rollingstone.es

Nunca había hecho semejante cola, la última parecida que recuerdo fue hace casi 5 años, ¿la diferencia? El viernes pasado la media de edad sobre el escenario era de 26 años y los que se subían al escenario en 2007 se acercan a los 70 años, los Who creo que les llaman...
Con el Palacio de los Deportes hasta la bandera (seguramente las 15.000 personas aprox. que caben en un concierto allí) y además (por lo que me comentaba uno de los cervezaman del recinto) con el escenario en una posición más retrasada que el día de Arcade Fire, era turno para demostrar(me) como le sienta a los Arctic Monkeys el paso de los años.
Fue el mismo 2007 cuando estos chavales se pasaron por Vigo y dejaron un sabor de boca un poco amargo, entre otras cosas por el reservar sus fuerzas para su, de aquella, debut en FIB.
El viernes en el Pcio. cantó otro gallo.

Primero, turno de Miles Kane para caldear un ambiente mayoritariamente cargado de adolescentes y con todavía algun hueco pequeño por pista y grada. Un titular completamente objetivo me llevaría a decir "Miles Kane, tú a los Shadow Puppets" y digo objetivo porque parece que yo no me lo pasé tan bien como todos los que saltaban, que no eran pocos. Un concierto al 50-50, exactamente 11 temas de los que disfrute 5, entre las que por supuesto no podía faltar el cuarto tema del setlist y momento clave tanto de su álbum como del concierto, Rearrange. Miles Kane en solitario es aburrido ya en el disco: después de escuchas puntuales y aleatorias en las que me pareció apenas notable, intenté un par de escuchas completas que no conseguí completar. Así, el concierto tuvo tres primeros temas no muy afortunados hasta ese giro con single Rearrange y el muy rockero cover de The Responsible. Otro gran momento vino con el cierre con Inhaler, por suerte consiguió levantar el vuelo, porque de haber seguido la línea de la apertura, hubiese decepcionado completamente.

Cambio de escenario y plato fuerte de la noche. Parecia que unos teddy boys habían suplantado a los 'monos' pero no, esa es la imagen (y parte de sonido) que ahora gastan estos ya no tan jovenes Arctic Monkeys, en especial su vocalista Alex Turner que lucía un... curioso tupé.
Los primeros tres temas pasaron tan espontáneos como una buena bofetada, Don't sit down..., Teddy Picker y Crying Lightning practicamente seguidos, fueron recibidos por el público con un enfasis sobrehumano que se calmó (en parte por el degaste de la masa) para The Hellcat Spangled Shalalala y Brack Treacle pero que recuperaron para Brianstorm y el ataque de guitarras que abre este tema de su segundo álbum.

Fotografía por 20minutos.es

El setlist, bastante completo y equilibrado (excepto por "Humbug" del que solo cayeron dos) no pasó de la hora y media, lo único que pareció desagradar a los asistentes (entre los que me incluyo) y el comportamiento de los chicos sobre el escenario es mucho más suelta que en sus principios y con detalles algo macarras, muy de 'chupa de cuero', incluso juguetones, vacilando al público con esperas como entre cortes de The View of the Afternoon. Se echaron de menos temas del debut como Dancing Shoes o la tan solicitada Mardy Bum pero el recordar I bet you look good on the dancefloor, When the sun goes down el genial cierre (acompañamiento a la guitarra de Miles Kane) de 505 hicieron que estos detalles no tuviesen mayor importancia. De lo nuevo, el "Suck it and see" sin duda me quedo con el tema de apertura del disco She's Thunderstorms bailando entre la balada rockera y la exagerada similitud con los aires british de los discos en solitario de Morrisey, una de las mejores del álbum y del directo.
No quiero adentrarme en aguas pantanosas y decir lo que les pueda pasar en el futuro a estos chavales (recordando el momento de salida de "Humbug" me llevé una pequeña decepción que solucionaron con su cuarto disco) pero queda claro que aún habiendo perdido mayor parte de los oyentes de su etapa hype ahora tienen otra masa de fieles seguidores que llegarán al desmayo en uno de sus directos o pagarán 40€ o alrededor de los 50€ como el pasado año sin pensarselo dos veces. Así que nos guste más o menos, o siendo fieles a sus raíces o no, serán una de las grandes bandas, sino 'la banda', de su generación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo, fue un gran concierto. Lo de la pose no deja de ser parte del espectáculo. Ahora son más rock que brit, nada más. A mí me faltaron muchas de "Humbug" disco maltratado y mi preferido.
Por cierto ¿nadie recuerda los tres finales de Brainstorm?

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