Crónica - bigott en Joy Eslava

Lugar: Joy Eslava (Madrid)
Promotor: Intromúsica
Ciclo: Pop & Dance
Fotografía: Web Intromúsica
Puntuación: ****

Advertido iba de que el de bigott era un concierto para nada serio y muy efectivo.
Lo de la falta de seriedad lo pude advertir cuando Borja Laudo (el frontman barbudo de la banda zaragozana) apareció por el fondo del Teatro Joy Eslava a hombros de un hombre de seguridad y cubierto con una sabana blanca cual fantasma.
Lo de efectivo se pudo sentir a los pocos minutos de estar tocando sobre el escenario. Curiosamente tras la entrada fantasmal, el inicio por el que optaron los bigott fue tranquilo comenzando con Prince Naseem Hamed y Algora Campeón. Poco más duró esta paz. Duró tanto como la tranquilidad de Laudo sobre el escenario, entre los coros de Le Petit Martien su graciosa obsesión con el baile absurdo salió a la luz entre la sorpresa de algunos y la sonrisa de otros que estaban pidiendo a gritos desde un rato atrás para que empezase a bailar.
De su reciente "Orinal Soundtrack" no faltaron God is Gay, Flying Zirkus, Endlessly, Bar Bacharach además de las ya mencionadas y por supuesto el momento más celebrado de la noche con Cannibal Dinner en el que la poca gente que quedaba sin bailar comenzaba saltar, gritar y celebrar cual hit el single del último trabajo de bigott. También hubo sitio para su anterior trabajo con Pachanga, Sparkle Motion, Dead Mum Walking, My My Love... o el "Fin" de 2009 con algunas como She is my man, The New Pornographers, New York S'Eveille...

El caso es que la Joy Eslava era una fiesta que no dejaba de crecer desde el tercer tema y eso no había quien lo parase. Pero bigott no son solo la voz, la guitarra y los bailes peculiares de Borja ya que toda la banda se encargaba de mantener durante todo el concierto un nivel impresionante sobre el escenario que sumado a una calidad de sonido como la que tenían esa noche en la Eslava daba la receta para un concierto perfecto, seguramente uno de los más divertidos del panorama nacional. Bromistas ellos o muy necesitados de descansos hicieron el primer "bis" sin llegar a los 40 minutos y digo primero porque hubo tres más una cuarta salida para bailar una hilarante coreografía sobre una versión grabada de Cannibal Dinner y bajo la bola de espejos de la sala rodeados de pompas de jabón. Con una sonrisa enorme en la cara se despedían los cinco bigott, la misma sonrisa que compartía todo el público después de una triunfada como la que el pasado viernes consiguieron los de Zaragoza.

1 comentario:

iaGo dijo...

Ya pude disfrutar de tres conciertos suyos, y siempre se convierten en fiesta... geniales!

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