Crónica - Low en Sala But (28MAR2012)

Lugar: Sala But (Madrid)
Promotor: Music2day/Heineken
Ciclo: Heineken Music Selector
Nota: * * *1/2
Fotografía: Heinekenpro.com - Carla Mir
Redactora: María F. Carballo

¿Cuánta intensidad puede soportar el ser humano? No, en serio. ¿Cuánta? Lo del miércoles por la noche en la Sala But fue todo un órdago a las entrañas para aquellos que entraron en el juego de Low, en un directo de densos sentimientos comprimidos en cada canción. Sólo la voz de Alan Sparhawk, la candidez de los agudos de Mimi Parker y la gravedad a las cuatro cuerdas de Steve Garrington son capaces de liberar y desenredar esa densidad, envolviéndonos en un directo no apto para los hechos de roca. Low, funden hasta el hierro.
Todo hay que decirlo, no empezaron fuertes. Nothing But Heart y Try to sleep fueron el punto de partida, canciones que en directo sonaron atrapantes, encandiladoras… algo tenía que ver el perfil de Sparhawk envuelto en luces cálidas recitando como un mantra ‘I’m nothing but heart’,‘Try to sleep… but then you never wake up’…
Como dice un amigo mío, ‘querer dormir es morir un poco’ y ya estábamos esperando la guerra de cuerdas con amplis sucios y ese pedal tan Neil Young de Sparhawk doliendo los oídos con el amor de la música más desgarrada. Fue pedir un poco de guerra y empezar el contrapunto del concierto con la que considero el primer despertar del concierto, ‘Whitches’, donde el sonido lo envolvió todo con la rabia que esconden todas y cada una de las canciones de Low. Una rabia contenida que ir revelando poco a poco.

Los puntos álgidos de la noche fueron varios como ‘Specially Me’ (¿cómo mantiene la compostura vocal Mimi Parker sin perder un ápice de energía en cada golpe de percusión? Anonadada me hallo). Pero sin duda, como buenos nostálgicos de melodías antiguas, Monkey fue un ‘must’ esperado y especial. Los buenos clásicos nunca mueren, y menos si se interpreta de esta manera, en que no queda un pelo del cuerpo sin erizar.


La interacción con el público fue mínima y algo espesa. Pero agradecida. ¿Para qué hablar cuando ellos lo interpretan todo? No es necesario saber que están contentos de estar en Madrid, que les encanta España y … ¿para qué poner en un compromiso a Sparhawk -que no estaba en las mejores condiciones de hacer esfuerzos dialécticos- cuando podemos escuchar In The Drugs? ¡In The Drugs! Quizás de las mejores canciones de su discografía.

Con esto quiero decir que Low son sinónimo de culto. De culto al sentimiento. El miércoles, todos teníamos la libertad de soltar todas las lágrimas externas, o internas, que quisiésemos. Low estaban en Madrid para recordarnos que por muy damas de hierro o muy dictadores de la dureza que seamos, la música tiene la jodida manía de estremecer cuando se hace bien. Y cuando sale de dentro para incidir con sus melodías a lo más oscuro de nuestro subconsciente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Algun consejo para realizar una reformas
que materiales necesitaria

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