Crónica: Sr. Chinarro, mayoría absoluta

La noche pasada Antonio Luque, acompañado de su efectiva comandilla, presentaba en el antiguo Teatro Eslava su nuevo trabajo, "Presidente", con el que el sevillano afincado en Málaga vuelve a tirar de la fórmula de sus últimos trabajos. Tras un concierto que rondó la hora y media, Sr. Chinarro deja claro que su Presidente da la talla en directo, sobre todo si va bien arropado.

Con una puntualidad (casi) inglesa se subían al escenario los cuatro músicos con un escueto saludo por parte de Luque, para así, empezar con la ráfaga de hits que plagó esa noche la Eslava: desde el inicial Ni lo sé ni lo quiero pensar tuvieron que caer otros cuatro o cinco temas para que el último trabajo hiciese aparición entre los presentes, dejando a un servidor con la frase a medio acabar "Oye, ¿Cómo es que no ha tocado ningúno del nuevo di...?.


Como era de esperar el concierto giró entorno a los cuatro últimos discos, un poco de "El fuego amigo" (Dos besugos, El Rito, El Cabo de Trafalgar o El rayo verde), otra parte de "El mundo según" (Ni lo sé ni lo quiero pensar, La decoración, Ángela, Del montón, El lejano oeste), también "Ronroneando" (Tímidos, San Antonio, El alfabeto morse, Los amores reñidos, Los Ángeles) y por supuesto (aunque a veces nos hiciese dudar a los presentes) la razón por la que Sr. Chinarro estaba allí anoche, para presentar "Presidente" (Vacaciones en el mar, Una frase socorrida, El Boxeo, Una llamada a la acción, San Borondón, María de las Nieves, Babieca).
A pesar del apuro que llevaban encima también hubo huecos para sorpresas esa noche:
el año pasado Luque dió un concierto especial en el Circulo de Bellas Artes (y otros tantos) repasando sus primeros albumes con la excusa de que últimamente prefiere dedicar sus shows a los últimos LPs y dejar atrás los de su primera etapa, pero anoche tras cientos de gritos e intentonas por parte de algunos fans comenzaba a sonar el ya clásico de Luque Quiromántico.


El hombre, que de primeras y sin saber de donde sale puede imponer un poco de respeto (ya sabeis, por eso del nuevo look, barbucia+pelos), se olvidó en ciertas ocasiones de las prisas impuestas por la "después-discoteca-Joy Eslava" para enseñarnos su lado más cachondo y fiestero: nos recordó que venían de la feria, hizo chistes para quitarle peso a su lentitud al afinar o preguntó a los del público por una 'fiesta en casa de Espe'...


La sala casi a reventar recibió todos y cada uno de los temas con eufóricos aplausos, incluidos 'oles' para El lejano oeste, aunque sí que se notó mas griterio y fanatismo con los dos últimos discos chinarrescos.
La gente, contenta y tarareando salía de la sala o bien abarrotando el puesto de merchandise o metiendose en cargantes conversaciones sobre lo que molaba Chinarro en los 90 y lo poco que mola ahora. En fin, tras esa noche quedan claras tres cosas, o cuatro si os apurais:
  1. La Joy resulta una de las mejores salas de la capital para estos menesteres, aunque todo quede dicho, su distribución puede ser a veces incómoda.
  2. Menuda putada que cierren tan pronto para preparar la sesión posterior. ¡Venga hombre! Sean más generosos con los artistas (y los fans), la gente a esas horas está haciendo botellón, por media hora más no creo que cambie mucho la cosa... ¿no?
  3. Sr. Chinarro tiene una plaza bien alta en el podio del pop español (y bien merecida) que visto lo visto solo podrá perder si hace la "cafrada padre" (toca madera).
  4. Luque: no sabemos si es por hacerse el duro, por guardar una postura, o porque al hombre le sale así sin querer, pero ¡sueltese un poquito más! que se le nota que le gusta la jarana más que a un tonto un lapiz...

1 comentario:

iaGo dijo...

MUchas ganas de verlo en concierto, el disco nuevo esta bien, y tiene unas cuantas canciones geniales. Y si encima lo combina con las mejores de los anteriores, un repertorio genial...

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